El camino circular

Una vez más, como hace muchos años no me sucedía, me sorprende la madrugada en tren de confesiones con mi gran amiga….me trae tantos recuerdos, volver de bailar con una incontinencia verbal de mociones que lo único que admitían eran ser escuchadas por una misma en otra piel.
Recuerdo el olor de su casa y de su ropa que viví como propia por tantos años, y recuerdo que en mi casa era una más, era tan natural que estuviera allí. Es raro, siento la misma familiaridad que entonces con la sola diferencia sensitiva, la que me produce la pantalla de la notebook con su luz azulina.
Claudia tiene un temperamento diametralmente opuesto al mío (por demás conciliador ). Ella es frontal en exceso y creo que su vida habría sido un poco más fácil de haber sido un poquito (así de chiquito) más política. Sin duda, mi mamá la habría recomendado “dejarse una ventana abierta” cuando argumenta con tanta vehemencia, aludiendo a que deje (aunque solo sea un pequeño) margen de duda a sus palabras….uno nunca sabe cuándo puede llegar a necesitar ese pequeño resquicio para escapar del peso de la propia verba. Pero….mi queridísima amiga lo vive como una traición a sus principios y a veces…………el no poder escapar de sus propias palabras le causa mucho dolor.
Casi todos los recuerdos de mi infancia y adolescencia están impregnados de sus palabras cargadas de su intenso deseo de volver a su México natal (del cual no tenía ningún recuerdo ya que vino al país siendo un bebé) Y también recuerdo cuánto me enojaba eso….yo pensaba …pero acá somos felices, nos tenemos la una a la otra, entre tantas otras cosas.
Y obstinada como es, no titubeó en cumplir con su sueño, ni bien tuvo la edad suficiente como para hacerlo.
Pasó el tiempo se convirtió en esposa, en madre, en ex esposa, en huérfana de padre y después de semejante recorrido mira con nostalgia el “sur” (como le dice mi otra gran amiga Caro).
Clau, no ha perdido su tozudez por lo cual no dudo que terminará por volver con la frente marchita cantaba Gardel (parafraseando a Sabina). También estoy segura de que nos pelearemos……tenemos “modos” diferentes. Lo bueno de estar a esta altura de la vida, es que sabemos que sólo chocamos en las “formas”, que el fondo es común y de un amor inmenso que nos permitió ponernos a hablar casi veinte años después de un largo silencio, como si fuera ayer.
Y hablando de la vida y de esta “paradoja” de tener que irse lejos para volver, me hizo pensar en los diferentes caminos de la vida. …Chris dice que uno elige un camino y el resto van por caminos que a veces van paralelos y a veces se cruzan y otras se separan indefectiblemente. Tomando su idea (gracias) concluyo que mi queridísima amiga mexicana, realizó un largo camino circular. Necesitó alejarse para ver lo que dejaba en perspectiva y poder apreciarlo en toda su magnitud para volver y disfrutarlo.
Bienvenida de antemano amiga, es para mí un placer que estemos “paralelas” por otro rato.