Tus bolitas me encandilan
Hace
unos pocos días hablaba con una amiga a cerca de un reencuentro con un ex y al
preguntarle cómo le había ido me contestó “Cada vez está peor, re decadente” y
siguiendo con su descripción de situación agrega …”la verdad no es el que yo
conocí” y si con todo esto no hubiera sido suficiente lo remató con “la
realidad fue como encontrar esos novios de la infancia”(por qué siempre están
decrépitos?) …hace tiempo que nadie me graficaba una sensación de manera tan
clara.
Hurgo
en mi arcón (si con mi edad es un arcón) de los recuerdos y aparece otra de mis
elucubraciones mentales para justificar lo injustificable….”LAS MUJERES NOS ENAMORAMOS DE LOS HOMBRES COMO ARBOLITOS NAVIDEÑOS” (muy acertado para ser reflotado en los primeros días de
diciembre). En realidad, estoy convencida que las mujeres nos enamoramos no del
arbolito pelado, sino del arbolito con las bolitas (de nuestras expectativas),
que nosotras mismas le colgamos.
En
general las chicas, tenemos la tendencia a magnificar pequeños hechos que los hombres
realizan y convertirlos en generalidades geniales. Así, si por casualidad lo
vemos a él, jugar un picadito, conjeturamos que es un eximio deportista. Si
levanta un papelito del piso, resulta que el fulano es “re prolijo”, si se le
mete una basurita en el ojo y lagrimea por casualidad inferimos que es
sensible….y así sucesivamente. Somos capaces de sostener “virtudes imaginarias”
a lo largo del tiempo de manera estoica, hasta que un día nos cansamos de
nuestra propia imagen mental del pobre cristiano (que no tiene idea de lo que
creemos de él) y no nos queda más remedio que verle al pobre las ramitas
esmirriadas (no hay imagen más triste que la de un árbol de navidad sin
adornos).
Es ahí
cuando recurrimos al “NO ES LO QUE ERA”, cuando en el fondo es más de lo mismo,
porque creo que no soportamos la idea de haber estado encantadas con nuestra
propia idealización de hombre.
En
definitiva, no es ni más ni menos que una presbicia emocional que nos impide
ver la realidad a corta distancia. Y tal como sucede con la vista, para ver al
arbolito/señor como es, posiblemente sólo sea cuestión de tomar un poco de
distancia….unos cuántos kilómetros.
3 Comments:
Muy bueno Fernanda: realmente me gustó mucho.
Muy bueno Fernanda: realmente me gustó mucho.
Muy bueno Fernanda, realmente me gustó mucho. Ahora que armé mi blog , me acordé del tuyo (y en este de las "bolitas de navidad" que me contaste una vez) recién ahora lo leo. Deberías escribir también en una revista. Suerte!!!
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