Si querés llorar, llorá.
Hace
rato que sé que con los chicos no se puede salir los viernes a la noche …la de
planes que suspendí por este motivo, decí que es el cumple de Sofi, que es
motivo más que suficiente para romper la regla de “No saldrás con los niños los
viernes por la noche” (menos si están llegando a fin de año).
Ya
terminamos de cenar y esperamos que nos acerquen la torta con la velita, para
que mi niña por tercera y última vez en el día sople la velita y pida un deseo
más.
El
restaurante esta atestado de gente y la moza, que parece no ostenta pericia
alguna demora el ritual cumpleañeril y me obligan a dar charla a lo loco a los
peques para evitar que Marco se duerma. Les pregunto cómo les fue en arte hoy y
me cuentan que su maestra (quien habitualmente les cuenta historias que los
inspiran para dibujar) les contó la ¨historia de la llorona¨, es más, les contó
que no hace tanto tiempo la gente contrataba a mujeres para que lloraran en los
velatorios (no velorios, que es un conjunto de velas, diría mi padre). Con
caritas en las que se mezclan el sueño y la incomprensión, me preguntan primero
si yo vi esto alguna vez, con lo cual me hacen sentir de las cavernas, y luego
me preguntan porqué es que se hacía esto.
Con aires de superada le digo que ANTES se usaba. que era una manera de
demostrar cariño por el fallecido quien a veces no tenía la suficiente familia
(vayan haciendo una vaquita para cuando sea mi turno) o simplemente porque no
había en su entorno alguien que los llorara suficiente y socialmente era
necesario demostrar que se lo iba a extrañar (fuera cierto o no)…una especie de
puesta en escena.
Y sin
darme cuenta me metí en un berenjenal (nunca vi uno, pero imagino que será
intrincado)…es tarde, ellos son chicos y mientras intento buscar alguna
explicación me doy cuenta que ya desde obras clásicas como Cyrano de Bergerac,
se fomentaba de alguna manera el engaño emocional, o acaso el pacto entre
Cyrano y Christian por el amor a Roxane no es eso? Los sentimientos de una
persona, combinados con la imagen de otra en pos de que una tercera se
enamorara.
Pero
vengamos más acá….acaso el avatar con foto añeja (o ajena), en perfil de
cualquier red social no lo es? Sin
quererlo, y por más retrógradas que nos parezcan ciertas prácticas no dejamos
de realizarlas, remozadas, aggironadas, pero indefectiblemente seguimos
intentando mostrar hacia el afuera, ya no la mejor versión de nosotros mismos,
sino una versión ideal, en infinidad de casos inalcanzables y por que no más
pobre e insegura que la real. (Nota menta: cambiar caricatura que ilustra mi
Twitter.
Mientras
esbozo una pequeñísima sonrisa de satisfacción en honor a mi pequeño e
ilustrado desarrollo mental, veo de reojo a la moza acercarse con la porción de
torta, la velita y los empleados que se disponen a cantarle el ¨Tante aguri a
te¨, que fue en definitiva lo que me motivo a traerla a cenar a este lugar y me
percato (no puedo decir de mi hipocresía, porque no fue adrede), pero si de mi
incoherencia…..Yo no contraté lloronas, pero la traigo a cenar a un lugar donde
extraños le cantan el cumpleaños porque quienes se lo tendrían que cantar están
demasiado cansados, o demasiado cómodos para compartir este momento con ella.
En
definitiva quien me puede culpar por hacer todo
lo que está a mi alcance para homenajear a aquellos a quienes amo, no? Y para hacerlo un tantín más bíblico... quien esté libre de este pecado que lance la
primera piedra.
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