Hoy no es San Valentín (gracias a Dios...)
Hace algunos años que el 14 de febrero
dejó de ser un día más, generalmente caluroso y húmedo, en
nuestro país. Más allá de las apreciaciones personales, lo cierto
es que no es un día como cualquier otro ya que por cuanto medio de
comunicación (y seguramente por una cuestión comercial) existente
se proclama el “Día de los Enamorados” como un hito
...fantástico(?)
En el fondo tengo la “sensación”
de que es un día donde casi nadie lo pasa del todo bien.
Por un lado están aquellos a los
cuales sincera y profundamente no les importa en lo más mínimo,
tengan o no una historia de amor en curso. Luego están aquellos que
la juegan de superados de alguna manera burlándose de quienes eligen
festejarlo. Seguidos de cerca por aquellos que festejan ya sea por
acción o por omisión. Por acción, los que festejan y tienen con
quien que sufren porque no saben de qué manera hacer ese día
ESPECIAL. Y por último (pero no por ello menos importantes)...los que
quieren festejar....pero no tienen con quien (y si estoy pensando en
vos mi querida). Pero al postre, y tal como he dicho, la gran mayoría
(y no digo todos para que no aparezca el iluminado que sea la
excepción a la regla que destroce mi brillante teoría) de las
personas...no la pasan bien...
Tengo en este punto que hacer una
salvedad, y es el hecho de que comencé a festejar el día de San
Valentín, mientras vivía en Puerto Rico y allí el festejo es un
tanto más “piadoso”, pues se conmemora el día del amor y la
amistad (no tienen un día aparte como “Día del amigo”), con lo
cual todos, de una manera o de otra, FESTEJAN.
Volviendo al “festejo nacional”, me
preguntaba cuántas personas de las “conmemoradoras”, de este
hermoso evento, tienen idea de quien fué y qué hacía San Valentín.
Que fué un romano converso (monje él), que durante el
reinado de Claudio III casaba en secreto a los soldados jóvenes,
llamados a abrazar exclusivamente la vida militar.
No puedo en este punto dejar de
recordar (con cierta nostalgia) mis clases de Derecho Civil I donde
un profesor (no recuerdo su nombre), desesperado por capturar nuestra
atención, pregonaba la teoría del Dr. Borda (exquisito civilista)
por la cual el matrimonio era un acto de por si nulo, pues el
consentimiento se encontraba viciado por el estado de
“enamoramiento” que afectaba en última instancia la voluntad del individuo. (chivo sólo para mis amigos abogados)
Hoy por hoy nada me parece más absurdo
que festejar el enamoramiento asociado al hecho de un solo acto
voluntario (extremo)a futuro como es el casamiento (válido y sumamente útil
para la estructura de la sociedad) que poco tiene que ver con el
verdadero vínculo que ser establece entre dos personas (que más
allá de las formalidades) eligen acompañarse por un tramito de la
vida.
Habiéndo establecido las bases de una
teoría absurda más y reconociendo, que es fácil hablar con el
diario del lunes en la mano...te dejo un mensaje a vos que en una de
esas en algún momento leés este post: "sabé que sean cuales sean
las circunstancias en el futuro, prefiero que no te cases conmigo, y
que me elijas un poquito...todos los días.
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