Tuesday, December 02, 2014

Con el "GENERO" podés hacerte un vestidito

La semana pasada se conmemoró el día internacional de la lucha contrala violencia de género y mi facebook se vió inundado de comentarios alegóricos.
En general no suelo hacerme eco de este tipo de hechos pero debo reconocer que la palabra género me suena irritante, porque es una palabra que logra prender todas mis alertas de rechazo.
Lo primero y más básico tiene que ver con la utilización peyorativa que se hace del término en si mismo, cuando se le da la connotación de debilidad, de justificación para actuar o dejar de actuar como lo haría alguien del “género opuesto”. Y a esto le sigue el hecho de que es utilizado invariablemente como un limitante.

En lo personal estoy en contra la violencia de cualquier tipo, entendiendo por violencia a cualquier tipo de avasallamiento de la privacidad ajena y sinceramente no creo que este tipo de actitudes se pueda ACOTAR al género, sin pretender obviar proteger a la parte menos poderosa de la relación.

Con motivo de este post, me puse a hacer memoria (tarea difícil para mi si las hay) y descubrí para mi sorpresa que de niña / jóven (si, aún me acuerdo....y no, no había dinosaurios) las situaciones más violentas que viví tuvieron como protagonistas a mujeres.
Sin ir más lejos, mi abuela (Dios la tenga en la gloria y no la deje bajar) al entererse que me iba a casar, le dijo a mi candidato en ese momento, hoy ex, delante mío y sin que se le moviera un músculo “Con esta inútil te vas a casar?”, obviamente refiriéndose a mi persona.

También ha colaborado mi madre, quien frustrada por mis inútiles esfuerzos por bajar de peso me dijo también sin inmutarse “Tu problema es que nunca fuiste lo suficientemente desagradable como para que los chicos te rechacen”.... si eso no es violencia, la violencia dónde está?
Lo peor de este tipo de violencia es que lo que hace que el destinatario (yo en este caso), además de padecer ese increíble avasallamiento se vuelve más permeable a la violencia en el futuro, porque se naturaliza y uno se acostumbra a vivir de esa manera.

Volviendo al comienzo la palabra género me parece (por lo menos) autodiscrimitatoria, hace que el problema esté en otro lado, lejos, como si de alguna manera uno fuera acreedor a la violencia por pertenecer a determinado grupo y por lo tanto es de otro la responsabilidad de que esto deje de suceder.....en vez de empoderar a la parte más vulnerable para que por si misma pueda repeler esa agresión y cualquier agresión en el futuro.

Convengamos que el termino género está tan bastardeado que se abusa de él también con frases como “solidaridad de género” que debe haber nacido a la calor de buenas intenciones, pero que se ha desvirtuado en la práctica en su mayoría por mujeres pseudofeministas, que en general acusando de machista al resto del universo, empatizan y se rasga las vestiduras con la pobre mujer de la villa, llena de hijos y molida a palos por el concubino del momento, pero es incapaz de darle una mano a su amiga que casa de por medio que fué abandonada por su marido de toda la vida a recuperar su dignidad y autoestima...a sentirse valiosa otra vez.

Así que queridísimos seguidores, desde éste, mi rinconcito virtual nos insto, a ustedes y a mi misma a que seamos solidarios con cualquiera que lo necesite y no seamos violentos con nadie y de ninguna manera y dejemos el “GÉNERO” para la costura, pues es allí donde es realmente útil.



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