Saturday, July 22, 2006

Los ojos del amor distorsionan


Quién dice que uno no es capaz de cualquier cosa por los hijos.......y dicho sea de paso vencer la timidez es una de ellas.

Sofía se encuentra de vacaciones desde el 14 de mayo y con el correr de los días comenzó a extrañar a sus "compañeritos" y todos los días como el cántaro a la fuente vino a mi a buscar algun tipo de solución. Yo por mi parte que nunca me caractaricé por ser una gran organizadora de eventos me decidí a hacer algo al respecto, si la reina de la casa lo pide......

Y a partir de allí munida de paciencia, con una listita de teléfonos (de sus compañeritos) y bajo la estricta supervisión de mi "pequeña", me encomendé a la tarea de localizar a los peques, una docena en total.

Las respuestas a mi llamado fueron variadas y por variados motivos, desde los que se encontraban fuera de la isla a los que por algun motivo pedorro no podían acudir a la cita, pasando por aquellos con quienes tuve una dificultad idiomática. Conclusión localice a media docena dispuestos a juntar a los niños en un parquecito de juegos pasivos en el aeropuerto, el lunes 3 de julio que acá (no recuerdo por qué motivo) era feriado.

Hecha la cita tengo que reconocer que experimenté un montón de sensaciones encontradas respecto al encuentro, pero mi miedo mayor (y un tanto infantil por cierto) era que fracasara, que por algún motivo perverso no se lograra llevar a cabo y me pusiera en el brete de tener que explicarle lo inexplicable a mi hija. A esta altura se preguntarán que es lo inexplicable, y es sin más rodeos que mamá NO TODO LO PUEDE a pesar de lo que ella tenga en su imaginación al respecto, y la verdad es que prefería dilatar un poco este acontecimiento (si me caigo de su pedestal a sus 3 años, no lo remonto más).

Y llegó el día.....
Y con más susto que placer y rezándole a mi Dios y a cualquier otro que me quisiera oír en este trayecto cortito pero tortuoso nos dirigimos al aeropuerto al canto de vamos a vernos con los chicos.....lala, lala, lala.
Conclusión, la mayoría de los que me dijeron que iban a ir cumplieron con su palabra y mi hija fué feliz un par de horas gracias a "MI" que pude experimentar el orgullo de haber hecho algo especial por ella y haber tenido un poquito a la suerte de mi lado.
Gracias a las mamás de Cristian, Alana, Miguel, Leonardo que me permitieron crecer un poquito más dentro del imaginario de Sofía, que por ahora (y sólo por ahóra)sigue pensando que "MAMÁ TODO LO PUEDE".