Saturday, January 24, 2015

En medio de la nada...

Estamos con un temita a resolver...hijo de se pasa a mi cama durante la noche....
Hemos realizado todo tipo de modificaciones en su cuarto, desde sistemas de ventilación, televisión, insalación de pc … y no hay caso...cuan boomerang aparece a las mañanas en mi cama.
Hablando con él del tema durante un almuerzo cualquiera le pregunto...."Qué más necesitás en tu cuarto para quedarte toda la noche en él?...y él sin inmutarse me contesta....”El amor de mamá”.

Mocoso irreverente, mi habitación está a escasos 8 metros de la tuya.... te pensás que hay alguna diferencia si estás en uno u otro lado?.... piensa un par de segundos y me dice......"Para mi que hace interferencia el baño..." (que separa a su cuarto del mío).  Siempre tiene una respuesta para todo.

Más allá de que el problema nos queda aún sin resolver, lo cierto es que me hizo reparar en el tema de las distancias, un concepto que con la desmesura de la utilización de las redes sociales se volvió un término no se si confuso o ambiguo.

Si bien es verdad que los medios de comunicación actuales acortan las distancias, paralelamente producen una sensación de falsa compañía que por momentos nos hacen sentir menos solos, pero que a la larga nos dejan absolutamente vacíos.

Hoy podemos (bah, vamos a poder cuando llegué el 4G? Ja) amanecer con una nota de audio de tu amiga que por whatsapp te cuenta el estado de la Panamericana, almorzar charlando por skype con tu hija que está de vacaciones en casa, sacarte una foto de tus tetas y mandársela a tu amigo con derecho a roce o tener sexo virtual con el chongo de turno, más todas las cosas que se te puedan ocurrir.......estando separados por kilómetros de distancia...o metros (mi hija me manda mensajes de texto estando dentro de la misma casa).

Por otro lado hace no mucho alguien me preguntó hace cuánto que estaba sola, y le dije que si bien socialmente hace un año....en los hechos hace tanto que estoy sola que ni siquiera lo puedo cuantificar.

Es tan loco el estar tan lejos y tan cerca al mismo tiempo que muchas veces nos hace ser quizás un poco menos humanos. Y si bien adoro el pseudo anonimato de mi notebook que me permite ser un poco más irreverente y lanzada que en la vida real.....lo cierto es que a mi no me alcanza.

No encuentro una forma más perfecta y vintage que terminar este post que como lo hiciera Pink Floyd con “I wish you were here”... así y todo arisco como sos, sin tocarte...con respirarte me basta.


Sunday, January 04, 2015

El LIMBO de la vida

Hace ya varios años (que rápido pasa el tiempo cuando uno se divierte) conversaba con el Dr. Amor a cerca de por qué no encontraba a la mujer adecuada para compartir su vida y recuerdo vágamente haberle dicho ….. no hay una escalera lo suficientemente alta para llegar a dónde lo llevó su EGO (everybody gots one)( en estas charlas profundas nos tratamos de Ud.) y ya saliendo de mi papel me despache con un “TENÉS LA VARA MUY ALTA”.
Este comentario le cayó entonces como un balde de agua fría ya que a pesar de haber pasado mucha agua bajo el puente él se seguía considerando un muchacho de barrio y me negó (no sin un poco de enojo) que las cosas fueran de esa manera.

Pasaron los años y seguimos hablando de los mismos temas existenciales y luego de un exhausivo scouting femenino de su parte me dijo “Sabe? Creo que puedo haber tenido razón en eso de tener la vara muy alta. #PUNTO PARA MI mientras replico retóricamente un “Le parece?”

Estoy convencida de que es así, no solo para él que lo acababa de exponer vívidamente, sino para cualquier otra persona que venga de una relación anterior y quizás, sólo quizás sea lo correcto.

La ardua tarea de buscar una pareja o compañero (término que me gusta mucho más) es como el limbo pero al revés.....y si estás leyendo este post, no hay chance de que no hayas intentado al menos una vez bailar el limbo.

Cuando uno comienza el camino de las relaciones de pareja, con unas pocas coincidencias nos alcanzan para intentar ir un poco más allá. Como vemos ahí la vara está ahí bien bajita justo al revés del limbo rock en el cual la vara arranca arriba.

En este supuesto, si las cosas no funcionan, habiendo tan poco en juego, uno siempre puede encontrar a alguien más compatible. Incluisive uno podía darse el lujo de seguir poniendo la vara abajo...quizás ya no tan abajo, pero aun accesible.

Si en el mejor de los casos la cosa funcionaba la vara debería ir subiendo balanceada por el crecimiento físico, emocional y psicológico de la pareja haciéndo que el obstáculo sea superable por los participantes alteradamente con mayor o menor dificultad para ambos.

Ahora bien a esta altura de la soiré, como dice otro gran amigo de “Cacho” y habiéndo tirado el palito infeliz tantas veces (muchas de las cuales nos dejó más de un machucón imborrable), es lógico que la vara esté no alta......ALTISIMA, y en muchos casos diría que hasta inalcanzable porque necesitamos tener muchas (muchísimas) cosas en común para permitirnos abrirnos al otro... e intentar algo de a dos.


Aunque ahora que lo pienso, para el limbo se necesitan por lo menos 3 participantes (dos que sostengan la vara y uno que pase por debajo) ... Espero que ese no sea el secreto de la maravillosa danza de la interrelación con el otro y deseo que a pesar de todo....no se nos quiten las ganas de seguir danzando.