Sunday, June 30, 2013

Se te fue la mano

Estamos llegando tarde al habitual partido de los sábados y nos bajamos del auto afuera del club para ver si logramos llegar en punto, es una fecha de la URBA y hay que llegar si o si en hora. Como no hay veredas (acá en el campo…) mamá apurada como siempre, va adelante mío tirando de mi brazo y avisándome dónde están los pozos (que a veces descubre cayéndose en ellos…..una vergüenza), parece olvidarse que estoy ya por cumplir 9 años.

De pronto, producto de las imperfecciones del terreno nuestras manos se separan y ella sigue caminando ligero y sin siquiera mirar atrás extiende su brazo y comienza a revolear su mano tratando de encontrar la mía y yo casi sin pensar la meto en el bolsillo de mi buzo sin quitar la vista del suelo.

Cansada de no hacer contacto conmigo afloja el paso y poniéndose a mi par me pregunta con un fingido tono casual “Querés ir suelto?” y yo, sintiéndome por un instante perro, le respondo monosilábicamente con un dudoso “SI”.

Ya dentro del club, ella camina detrás mío y yo saludo a “Pulgón” chocando los cinco con entusiasmo. De pronto la veo por el rabito del ojo toda seria y me preocupa que no esté feliz.

Ojalá se de cuenta de que en parte es gracias a ella que me siento lo suficientemente seguro como para caminar solo. Y que estamos hablando de hoy, no se que sucederá mañana, si no volveré a necesitarla, porque sé que su mano siempre estará ahí, para que yo pueda tomarla si es necesario.


Llegamos a la cancha correcta y mientras ella se acomoda en el perímetro para verme jugar yo me voy alejando y levanto mi mano, la misma que le mezquiné hace un rato y sosteniéndola en lo alto la saludo mostrándole mi mejor sonrisa a modo de saludo y ella haciendo una mueca con pretensiones de sonrisa (porque sé que tiene mejores) me saluda a lo lejos….espero que con la convicción de que nuestro lazo va  mucho mas allá de nuestras manos entrelazadas.

Monday, June 24, 2013

"Chorizos" de ilusiones

Viernes de finde largo de La Bandera….ideal para salir a pasear un poco….asadito en Lobos? , no, mejor pastas…….la dieta volverá con la rutina laboral. Salen ñoquis (si, Lore, te juro que puedo tomar agua, aunque nunca me hayas visto hacerlo). Y bajemos lo comido con una caminata  por el parque (si, Lore, yo también puedo caminar…dos grandes descubrimientos de nuestra amistad…tomo agua y camino, JA!). Ahora que ya bajamos lo comido tenemos lugar para un impecable Rogel, facturas y mate. La charla suma y el tiempo sigue pasando hasta que un llamado telefónico te lanza en velocidad a la realidad.

Desde el otro lado del BB, alguien dice que entraron ladrones a casa, no se preocupen, “parece” estar todo…..y te quedan mil preguntas en el tintero, como el “Cómo está Sato?”, pero los niños miran y temo no poder pilotear mi cara si la respuesta no es la que espero.

No sé cuántos kilómetros hay entre Lobos e Ingeniero Maschwitz, pero el viaje  pareció entre un suspiro y eterno, impregnado de un silencio espectral, solo afectado por la pregunta de Marco de si había pasado lo mismo que en casa de Paloma (compañerita del Cole, a quien le desvalijaron la casa completa) y luego de lo cual se desconectó haciendo una siesta hasta llegar a destino. Y por Sofía que se preocupaba por si los ladrones iban a encontrar la tablet….a lo cual le respondo que si tienen la misma suerte que yo cada vez que la necesito, lo más factible es que esté en casa, “inencontrable” inclusive para nosotros, como es habitual.

Llegamos a casa y nos encontramos al empleado de la seguridad en la puerta solo como loco malo. Entramos, la puerta de calle abierta, el perro adentro… bastante maltrecho él. No nos podemos explicar que fue lo que pasó, nos dicen que lo llamo Michael….QUIEN catzo es Miguel? Revisamos a groso modo, y vemos que está todo medianamente bajo control. Los niños reclaman la cena, que para este entonces yo ya creía salteada. Cena impregnada de cuestionamientos existenciales que van desde, nos tenemos que ir a vivir a un Barrio Privado o a Neptuno…….pero está todo tan confuso que me empeño en poner unos paños fríos, mañana será otro día…veremos….vayamos a dormir con paz, doble vuelta  de llave para la puerta y de Alplax  para mi.

Ocho horas después  (quisiera decir que luego de haber dormido, cosa que no sucedió) nos aventuramos a salir de casa y así, como quien no quiere la cosa, se nos aparece Miguel……..no, perdón Michael, así nos corrigió él mismo. Mientras se va presentando, se suma mi vecino de enfrente, no el de enfrente enfrente, el que vive en diagonal hacia la izquierda, hombre mayor (médico forense él) que fue asaltado en la puerta de su casa hace 24 hs. (ahora entiendo por qué otro vecino se refirió siempre a él como el Tarta)…..va a ser una conversación larga.

Michael ostenta unos 55 largos mal llevados y nos comienza a contar con lujo de detalles cómo fue alertado por su perro de que algo sucedía (a alguien agarró, no se cansa de repetir). Sin darnos cuenta ya esta dentro de casa y se dirige a la parte del alambrado que nos separa de su casa y nos muestra lo que para él son pruebas irrefutables de la intrusión entre nuestros terrenos. Nos explica como vino al portón principal “enfierrado” por su inseparable 45, mientras el jefe de la seguridad llegó enfundado de una escopeta recortada y ya para cuando llega a la marca de la escopeta, me perdí. Cuenta cómo saltó la reja de la entrada y destrabó el portón, para dar entrada  al de la seguridad y la policía, todos juntos en mi casa…….Porque el Led, estaba en su lugar, dice….o era un LCD? Pregunta, a mi gusto más por curiosidad propia que por cualquier otro motivo.
Nos cuenta de la cámara “réflex” que vió en la cama y se dirige a Martín preguntando por su Mac, asumiendo obviamente que yo debía ser incapaz de usar una. No obstante se hace tiempo para rechequearlo mientras me dice solapadamente que mi notebook, seguro la descartaron de salida dejándola sobre la bacha del baño, y en la completa ignorancia, de que ese es (por más absurdo que suene), el lugar de mi notebook.

En medio de la charla, el Tarta no se priva de decir, pero Doctora, explíquele… (ayer a raíz de su asalto nos pasamos nuestras tarjetas y descubrió mi profesión) y yo siento como de un plumazo se destruye mi reputación de rubia tonta, que tanto me costó construir a fuerza de sonrisas enormes y distantes.

No conforme con la cantidad de información que ya habíamos intercambiado hasta entonces, Michael me confiesa que su arma está bautizada, se llama Carlos, y no puede evitar guiñarme un ojo mientras dice “Piba, si en algún momento pasa algo, vos pasas y de queruza me decís que le avise a “Carlos” y yo ya sé que tengo que llevarlo”.

Nos despedimos, no sin antes escuchar la recomendación de nuestro “salvador” en cuanto a podar la ligustrina lindera lo suficiente como para que él, pueda ver nuestra casa sentado desde su sillón (just like Norman…)

Nos queda el Tarta, que para este momento ya encontró por lo menos cinco motitos sospechosas como la que lo asaltaron y se la pasa recorriendo el barrio buscando gente a su criterio….rara. Ruego que no se sume nadie más para no tener que escuchar todo por enésima vez. Evidentemente Dios me oye (una vez más), logramos despedirnos y entrar a casa.

Es entre curioso y triste que recién ahora me comienzo a sentir insegura, inseguridad que va más allá de los amigos de lo ajeno, siempre acechando desde las sombras. Por un lado, antes de salir a la calle, en vez de fijarme si hay algún desconocido, me fijo si no están ninguno de estos personajes, dispuestos a darle a la máquina de los supuestos. Y por otro lado me digo a mi misma que es un milagro que a Michael no se le haya escapado un tiro hasta ahora, pues parece bastante deseoso de tomar justicia por mano propia en cuanta causa se le presente, propia o de un tercero.


Mientras suena en mi cabeza de manera bizarra la cancioncita pegadiza de la vecindad del Chavo, ya comienzo a extrañar la felicidad del ignorante …….la felicidad del que ignora que vive rodeado de gente mucho más rara e impredecible de lo que se imaginaba, y en la absoluta convicción de que la alarma que pienso instalar a la brevedad, jamás será capaz de alertarme de la inestabilidad de mi entorno……

Thursday, June 06, 2013

Just "Fer"

No es hasta que escuchás por enésima vez: “Hola, vos sos la mamá de Sofía?” que caés en la cuenta de que hace como un millón de años que no sos Fernanda. Es más, te ponés  a pensar con seriedad en el asunto y descubrís con profundo pesar, que quizás por un brevísimo lapso (o quizás nunca) fuiste simplemente….vos.

Al comienzo (sobre todo si te tocó un papá con algún tipo de actividad social en la que se destacaba) comenzás siendo “La hija de….”, inclusive más allá de tu apellido y así fue como me estrené en la vida siendo “La hija de Luis”.

Lo cierto es que no  llegás de la hija de Luis a la mamá de Sofía en un instante……non stop. Me pregunto que fue lo que hice (o no ) para perderme en el medio de la paternidad de mi padre (porque desconozco un término que defina la “hijitud”) y mi propia maternidad?

Estimo que debe tener algo que ver con lo poco convencional que me he sentido desde…..siempre, que he preferido (obviamente de manera no conciente) ser definida en relación a otro que de manera individual. Y aquí sólo resta decir, que no hay un miedo más grande que a ser uno mismo.


Y por extraño que esto suene, no pretende ser una queja, ya que no podría estar más orgullosa de haber sido “La hija de Luis” y “La mamá de Sofía y Marco”. Sólo parece que esos roles se han “fagocitado” el resto de mi…..aunque sigo esperando ser regurgitada pronto, para poder ser Fer por un rato, antes de convertirme en “la abuela de alguien más”.