Friday, May 17, 2013

Quien quiera oir que oiga....


De vez en cuando miro con ojos objetivos mi reproductor de MP3 y pienso que si lo perdiera, quien lo encontrara pensaría que pertenece a un ser esquizofrénico por lo amplio del espectro de mi gusto musical. Nada mejor para revertir este pensamiento que acceder al reproductor ajeno, para darse cuenta de que la música que escuchamos “todos” de por si es muy amplia.

Por otro lado siempre pensé que yo era la única persona que le ponía títulos emblemáticos a sus listas de reproducción como “CRY” para la lista de temas que me hacen llorar o “APRETAME” para aquella que invita a los besos...no obstante en el reproductor del otro se pueden encontrar listas de temas bajo títulos (al menos) de dudoso gusto como “A mover las cachas” para hacer gimnasia o “Gin Tonic” para aquellos temas que sólo se disfrutan si se escuchan estando en soledad absoluta (con la vista perdida dentro de un vaso de alcohol). Y bueh, cada maestrito con su librito.

Me encanta mi música y en general soy de prestar particular atención a las letras de las canciones. De hecho mi nivel de inglés (nada despreciable) se lo debo al empeño que desde siempre puse en tratar de entender todo aquello que escuchaba, aún en idioma foráneo.

Soy de las que pueden escuchar veintisiete veces el mismo tema y no puedo evitar imaginar el destinatario original (la mayoría de las veces desconocido) del mismo. Siento la música de una manera muy visual y para cada tema tengo mi propio video mental, así como también me puedo enamorar de un tema por una sola frase como el “I don´t wanna be free” que me paraliza el corazón de la canción  I´m telling you  (me gusta la versión de Mercedes en Glee, y qué?), acaso hay una forma más contundente de manifestar el deseo de ser de otro que esa?.

O quizás no “perdonaremos” a Ewan Mc.Gregor en “Your song” (si, la versión de Mouline Rouge) por poner en palabras “How wonderful life is, now you are in the world”?. No creo que haya una declaración de amor más poderosa que esa.

Es curioso, no había reparado hasta ahora de lo importante que ha sido la música en mi vida, que inclusive en cada embarazo, una de las primeras cosas que hice fue elegir un tema que los acompañara a cada uno durante su gestación: para Marco “Look through my eyes” de “Phil Collins”  y para Sofi “Little dream”,  de “The Mamas and the Papas”.

Y ya que la nombro, mi pequeña me descubrió hace poco cantando un tema de Molotov y con carita de incomprensión lindando con “tu también Brutus?”, me dice balbuceando….pero como?, vos sos  ponys, arcoiris y conejitos…….como podías escuchar esta música?. Hija mía, antes de ti había vida, una muy diferente (tendré que llevar a terapia esta dicotomía entre lo que yo creo que ella ve de mi y como ella me ve en realidad ? Ponys??????)

Y en esta macedonia musical, no falta el “amigo” a quien le confesas que te fascina el tema “Good bye to Romance” de Ozzy Osbourne y te arroja un “ahhh, vos tenías problemitas, no?. O el compañero de trabajo que se sorprende de que conozcas a  “Placebo” y a partir de allí te mire con ojos un poco más humanos, por el simple hecho de escuchar su misma música, lo cual le parecía imposible (no, no ponys…..)

De todos modos hay pocas cosas que nos unan más que la música, pues cada persona y cada momento tienen sus propios y encantadores sonidos, que nos hacen permanecer unidos a través del tiempo, aunque yo decida irme con mi música a otra parte…