EL TABLERO DE DIOS
A raíz de mi encuentro con Mr. Finger (así etiquetado x su amigo real y mi amigo virtual Cristian), y ante la ausencia notable de el Dr. Ruin, que "tiró" un mensaje para avisar que estaba "molido" y que no llegaba, se me dio por pensar en lo curiosa de nuestra amistad.
Cuan rezago quedamos vinculados en el fondo de la caja de nuestra vida universitaria tres personajes tan diferentes que me cuesta encontrar la conexión.
Un británico, un ultra radical y yo con mi andrógina presencia nos vinculamos de una manera muy especial…traducido en tragos sería un Martini Dry, una Cerveza Negra y un Apple Martini. Que a la luz de nuestras personalidades bosquejos de nuestros espíritus….la acidez de Gerard, la brutalidad de Horace y mi búsqueda permanente y errática del equilibrio…..JA!.
Y así nos juntamos, bebida de por medio buceando entre nuestro ser y nuestro no ser……somos seres profundos (aunque no lo parezcamos), vivimos haciendo juicios de valor de los actos ajenos, pero por sobre todo de los propios. Y de nuestras charlas surgen frases como “el amor no existe” o “a esta altura de la vida para hacer mal las cosas no las hago……yo busco la perfección” o “me cansé de aprender con los golpes de la vida, quiero 6 meses de ignorancia”. Es innegable nuestra capacidad de elevarnos mentalmente.
Los tres remamos los 40 tratando de entender cuál es el rol que nos toca desempeñar en la tragicomedia de la vida, y en nuestro interior se pelean el héroe culposo (existe este concepto?) capaz de sacrificar todo por un tercero y el individuo carnal que tiene deseos de realizarse un poco más en esta vida que en la otra………..(total al paraíso de una no vamos. Un poco más…, un poco menos de purgatorio……..qué más da! ) ……
Sigo sorprendida por el milagro de la amistad……….y me imagino a Dios con un tablero de ajedrez en el cual nosotros tres somos piezas amuchadas por una mano mucho muy amorosa e inteligente …………que nos mantiene unidos a pesar del tiempo y la distancia. Y así vamos de casillero, en casillero ante la atenta mirada de los otros dos, sabiendo de dónde venimos y hacia donde no queremos ir, pero ignorando realmente hacia donde nos dirigimos. Viviendo situaciones diferentes pero con un hilo conductor, la responsabilidad, el deseo y la culpa.
“Sonrían y saluden” (Madagascar Dixit) muchachos contengamos la respiración para inmortalizar este momento de cercanía espiritual. Sin ustedes, sin duda la vida sería más difícil.